Algoritmos

¿Te he dicho que me encantas? A veces, no siempre. Me encantas alto y fugaz. No me encantas bajo y sombrio. Me encantas normal y predecible. No me encantas débil y taciturno. Me encantas puro y chistoso. No me encantas aislado y turbio. Me encantas coqueto y constante. No me encantas serio y terco. No, no me encantas. Me enamoras.

Viejo

No resisto más el desprecio. Cada mirada tuya se me clava en el alma y no se desprende. Siento que mi paciencia llega a su limite y junto a ella todas mis esperanzas.

¿Intentar ser fuerte?

Todo lo que queda eres tú, por favor no te pierdas.

Ser

El mundo esta lleno pensamientos, ideas, conceptos diferentes y cambiantes, pero el solo hecho de aceptarlo a veces nos asusta, por lo cual preferimos seguir inmersos en la constante realidad en que vivimos. El ser humano es algo tan complejo, que es más fácil rendirse a intentar entenderlo. La prueba está en las veces que te quedas mirando tu cuerpo en el espejo y te preguntas si en realidad este es tu destino, si esto es lo correcto, si vale la pena cada esfuerzo que haces por permanecer respirando. A veces parece tan claro, pero a veces parece tan confuso. En esos momentos es cuando te dices que la vida sigue, que el mundo no va a parar porque te sientas triste o decepcionado, y desafortunadamente lo aceptamos.

Shh...

Tanto tiempo sin escribir, tanto tiempo sin hablar, tanto tiempo sin pensar. Nuestras ocupaciones a veces nos quistan esos pequeños placeres que deberiamos disfrutar cada dia como obligación. Bailar, reir y cantar.  Cerrar los ojos y seguir viviendo. Dar vueltas hasta marearse. Respirar profundamente y sentir el cuerpo moverse una vez mas. Soñar y desear nunca despertar.

A la expectativa

Miró mi pecho y si, lo miro gotear. De repente me encuentro en un charco que empapa todo lo que hago, pienso y deseo.  Las ganas de huir llegan rápido a mi pero aún así no me muevo. Quedo paralizada al ver lo que me rodea. Todo lo que alguna vez quise no poseer estaba rodeándome allí, observando como actúo, como reacciono. Mi mente está en blanco pero ya es muy tarde... no queda más que decir.

Espacio

Ni el cambio de aire puede calmar una mente abrumada, y es mas difícil cuando esta no quiere olvidar lo que tanto daño le produce. Somos tan tercos y tan egoístas cuando de olvidar un recuerdo se trata. El corazón no es mas que un lugar que contiene dolorosos sentimientos que nos torturan hasta no saber en realidad que somos, o a quién pertenecemos. Tratamos cada vez mas en salir adelante pero los sacrificios... Los dichosos sacrificios son los que cuestan cada gota de sufrimiento porque al final, ellos son los únicos que valen la pena.

Automáticamente.

He aprendido de muy mala manera que las estaciones son más predecibles que el mismo pensamiento humano. Solemos juzgar el comportamiento de las personas a nuestro alrededor y no nos sentamos a reflexionar simplemente en lo que dejamos de hacer por falta de motivación. Nuestro egoísmo nos enceguece de tal manera que nuestro propio reflejo muestra una forma abstracta y distorsionada del alma. Ciertamente no trato de inducir el deseo de cambiar en aquel que lee esto, sino la semilla de lo que alguna vez será la raíz de una mente más humana.

Aguja en un pajar.

Con dificultad trato de averiguar que pasa con mi cabeza que se vuelve cada vez más pesada de llevar. Por primera vez siento que los sucesos están puestos en mi camino no solo para ver como reacciono, sino para reaccionar aunque no quiera. Inevitable es la palabra que describe mi vida en estos momentos y la necesidad de caer de alguna forma se hace más hermosa cada día. Ojala las respuestas no fueran tan difíciles de encontrar como el título de este escrito.