viernes, 24 de junio de 2011

Te doy mis lagrimas invisibles


Ya no se de que manera describirlo. Es como si una parte de ti te hubiera sido arrebatado por un huracán que llegó sin ser invitado. Los días pasan con prisa, mientras que algunos pocos ven lo que parece una lucha de subsistencia diaria. No hay forma de pasar las pruebas sin ti a mi lado. Solo nos quedan esos recuerdos en la antigua memoria del olvido. Quisiera no perder la esperanza, para luego decirte con convicción que te espere hasta cuando pude. Que intento tras intento sufrí por tus penas y desgracias, sin importar verano u otoño. Ahora los minutos se convierten en duros pesares humanos que controlan todo a nuestro alrededor. Tan solo pido una salida para disfrutar contigo una tarde como las de antes sin nadie que nos detenga, para poder contemplar la belleza de lo efímero, como lo solías llamar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario