Las horas van volando y tu nada que prestas atención. El mundo se mueve a tu alrededor y tu solo deseas que pare, que la pesadilla termine y que todo retroceda hasta un punto donde puedas recordar todo lo que cambio. Cada situación empeora y te ves en un cuarto con sus retratos... imágenes que invaden tu cabeza para no dejarte sola con el dolor que sientes. Parpadeas tres veces y todo ha desaparecido y al lado tuyo solo yace un corazón roto.
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