La mayoría de la gente piensa que todo lo que se hace, sea bueno o malo, se devuelve. Sinceramente nunca he pensado de esa manera. Para mí, el destino siempre ha estado en manos del que está allá arriba y tiene poder de manejarlo a su antojo. Pero ahora con estas circunstancias, siento que me he engañado a mí misma, a menos que sean ilusiones o mitos de mi imaginación. Intento con todas mis fuerzas pensar que son casualidades, que en realidad esto no puede pasar, pero ahora observo que soy yo la que está esperando que seas el de antes.
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